Los estudiantes de la Universidad de Sevilla y la Pablo de Olavide rechazamos en la calle la imposición de un proceso de Bolonia que amenaza la educación pública universitaria. Asamblea tras asamblea de estudiantes hemos rechazado un proceso de reformas que no cuentan con nuestra participación y consulta y que, por el contrario, han sido elaborados en encuentros de ministros europeos y por altos cargos del gobierno. Ante esto, exigimos el más amplio debate en todas las universidades y un proceso de reformas verdadero que mejore la educación y aumente sus recursos económicos.
Y es que el proceso de convergencia europea está implicando un proceso de degradación importante para nuestra educación y nuestro futuro. La más clara señal de esto ha sido la eliminación de las licenciaturas y su sustitución por un Grado de menor contenido formativo. Creemos que detrás de este cambio se esconde la intención de precarizar aún más la vida de la juventud, empobreciendo nuestra preparación y subordinando nuestras carreras a las necesidades de un mercado laboral también cada vez más precario.
Rechazamos que muchos de los contenidos que actualmente se obtienen de nuestras actuales licenciaturas pasen a integrarse en Másteres, estableciendo un filtro económico que perjudicará a los estudiantes de menos recursos. Por eso rechazamos la implantación de un Máster para sustituir el actual CAP. Rechazamos de igual manera que la alternativa que proponga el Ministerio de Educación y Ciencia sea el de hipotecarnos con las Becas-Préstamos y pedimos, por el contrario, más y mejores becas para todos.
Queremos estudiar en una Universidad completamente pública, con una metodología docente que tome en cuenta las necesidades de cada carrera y no un modelo único impuesto a toda Europa sin análisis ni consulta. Y, para que completamente pública, el Estado debe garantizar toda su financiación. El actual modelo de la Ley de Financiación de las universidades exige el cumplimiento de criterios de mercado para aumentar los ingresos de cada universidad (porcentaje de inserción laboral de los titulados, por ejemplo). La idea es premiar aquellas universidades que se adapten más al mundo empresarial. No queremos universidades de élites entregadas por entero a las empresas.
En resumen, exigimos la derogación de los Reales Decretos de 2003 y 2007, la derogación de la LOU de 2007, un nuevo modelo de financiación que garantice el aumento de los recursos económicos, que se detenga la implantación del nuevo CAP-Máster, que aumentan las Becas y se eliminen los prestamos y, sobretodo, que seamos los universitarios (estudiantes, profesores y trabajadores) los que discutamos y mejoremos nuestra educación universitaria.
Hoy hemos salido a la vez en Barcelona, Madrid, Salamanca, País Vasco, Valladolid, Granada, Cádiz, Málaga, Córdoba, Valencia, Galicia, Alicante… Debemos impulsar una coordinación estatal que nos permita detener el proceso de Bolonia en toda España. Para lograr esto, el camino escogido hoy es el correcto. Solo movilizándonos a través de huelgas y manifestaciones podremos hacer escuchar nuestros reclamos. Esto lo demuestra también la experiencia de otros países. Gracias a un año de huelgas y ocupaciones, los estudiantes griegos pudieron detener los planes de Bolonia en su país. Y solo luchando contra estas medidas de Bolonia ahora, podremos detenerlos aquí.
Por la derogación del Real Decreto y la LOU, No a Bolonia